Cuerpo y movimiento - Esquema Corporal
El reconocimiento del cuerpo, sus diferentes partes y el movimiento independiente de cada una de ellas, es de gran importancia para el desarrollo en los primeros años de vida del niño.
- En los tres primeros meses de vida, el niño aprende a dominar el movimiento de la cabeza y el cuello.
- En el segundo trimestre, los brazos y las manos se independizan del pataleo general y se convierte en “agarrador” y el bebé es capaz de coger todo con sus manos. Al final de este trimestre también aprende a sentarse.
- En el tercer trimestre descubre el uso de las piernas que, sumadas a sus brazos, le permiten experimentar la primera forma de desplazamiento sin ayuda: el gateo.
Con brazos y piernas en control, luego comienza a pararse y poco a poco a mantenerse en pie.
- Después del primer año, el niño da sus primeros pasos libres y toma conciencia de sus pies que tocan el suelo. Al caminar, realiza la primera conquista del espacio real y comienza a captar los rasgos espaciales de las cosas: ubicación, distancia, forma y tamaño.
Por motricidad gruesa entendemos los movimientos de cabeza, tronco y extremidades. Jugamos, ejercitando con cada una de ellas, para lograr el control y dominio de los movimientos. El equilibrio en los desplazamientos, la coordinación y el manejo de diferentes movimientos simultáneos, son logros que el niño va adquiriendo día a día.
Por motricidad fina entendemos los movimientos más ágiles y pequeños que realiza la cara y los dedos de las manos y los pies. Jugamos para trabajar el movimiento ágil de los dedos, la precisión y fuerza en el agarre y una buena coordinación con la vista.